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Declaró que Dinhio Erik Vázquez Torres fue estrangulado: Sentencian a seis años a menor que participó en el homicidio del alumno del Fe y Alegría

BAGUA GRANDE (JOSÉ FLORES).- El juez mixto de Utcubamba Albarino Díaz Arrobas, encontró culpable al menor de 16 años de las iniciales M.A.R.P. como coautor del acto infraccional contra el cuerpo, la vida y la salud, en su figura especifica de homicidio calificado, en agravio del alumno de 13 años del colegio parroquial Fe y Alegría, Dinhio Eric Vásquez Ramos.

Al encontrase culpable al menor, el juez le impuso la medida socio educativa de internamiento por el periodo de seis años, la misma que cumplirá el trece de mayo del 2017, en el centro juvenil de rehabilitación José Quiñones Gonzales, del distrito de Pimentel, provincia de Chiclayo.

A pesar que el menor sentenciado negó su participación aduciendo que el día de los hechos no se encontraba en Bagua Grande, pero sin aportar ninguna prueba que corrobore su versión, varios testigos cuyos nombres fueron codificados por las autoridades, señalaron haber observado que el día que asesinaron al adolecente (11 de noviembre del 2010) sus victimarios habían secuestrado al menor cuando se dirigía a recoger a su madre, que se encontraba en el hospital de ESSALUD de Bagua Grande.

Asimismo los dos testigos mencionaron, que la pasar por el frontis del Tecnológico Utcubamba, la madre del victimario también observó cómo los tres sujetos trasladaban al menor agarrado del cuello con dirección desconocida, incluso dicha mujer les preguntó a dónde llevaban al niño, quien se encontraba llorando cuando era secuestrado. Por otro lado al día siguiente, al publicarse la noticia sobre la desaparición del menor, la madre del sentenciado manifestó ¡ya lo mataron!

Por otro lado, los testigos señalaron que los cómplices de la muerte del estudiante del Fe y Alegría, (uno muerto en extrañas circunstancias y otro por ser capturado) un día antes de cometer tan execrable delito, se encontraban consumiendo estupefacientes con trago corto, por lo que no se descarta que hayan actuado completamente drogados al momento de estrangular al menor con una franela que utilizaba para limpiar la mototaxi, para luego arrojar su cuerpo en un lugar descampado de la localidad de Huarangopampa.

La resolución de sentencia también indica que los asesinos tramaron fugarse de la ciudad porque temían por sus vidas, ya que habían sido identificados y amenazados de muerte. Incluso uno de los asesinos se lamentaba en un bar clandestino de la muerte del menor, indicando que solo querían robarle sus pertenencias, pero se les había pasado la mano, “hemos quebrado al chibolo” decían en el bar.

El juez enfatiza que la conducta del menor sentenciado está tipificada como homicidio calificado con alevosía, toda vez que el sujeto agente obró con traición, se aprovechó de la indefensión de la víctima y obró sin riesgos para actuar como coautor de la muerte del menor, aclarando que todos planificaron el mencionado asesinato, ya que primero lo siguieron, luego lo secuestraron y lo llevaron hasta un lugar desolado donde le dieron muerte.