miércoles, 16 de mayo de 2012


COMUNICADO

Para el Instituto de Defensa Legal (IDL) la designación de los nuevos Ministros de Estado en los sectores Interior y Defensa, General EP (r) Wilver Calle Girón y señor José Urquizo Maggia, respectivamente, expresan lo siguiente:

1. Un claro desinterés del gobierno por hacerle frente de manera responsable a la inseguridad ciudadana, al terrorismo, el narcotráfico y el crimen organizado.
2. Un accionar altamente imprudente en un contexto de inseguridad creciente, consecuencia de la falta de preocupación que el actual presidente criticó severamente a su antecesor, quien tuvo que reconocer la inoperancia de su gobierno al haber optado por una fórmula de amiguismo, y compadrazgo en la elección de sus colaboradores. Esta situación que debería evitarse se ha mantenido y se expresa nítidamente en tres pésimos nombramientos, en escasos nueve meses.
3. En esa misma línea, cabe recordar que en los puntos noveno y décimo del Compromiso en Defensa de la Democracia y Contra la Dictadura, suscrito bajo juramento el 19 de mayo de 2011 por el entonces candidato a la Presidencia Ollanta Humala, sostuvo que “será prioridad de mi gobierno luchar eficazmente contra la inseguridad ciudadana, el terrorismo, el narcotráfico y el crimen organizado” (punto noveno) y que “los ministros de Defensa y del Interior serán civiles, en respeto al principio del control civil democrático sobre las fuerzas de seguridad” (punto décimo).
4. El nombramiento de un militar como Ministro del Interior genera un alto riesgo de sometimiento de las fuerzas policiales a las fuerzas armadas, y la consecuente militarización de la Policía Nacional del Perú, sobretodo cuando el EP (r) Wilver Calle Girón (hoy ministro del interior), firmó el acta de sujeción ante Vladimiro Montesinos.
5. Por último, se debe tener en cuenta que el nombramiento de militares en el Ministerio del Interior fue una política constante durante el régimen de Fujimori (los siete Ministros del Interior entre el 28 de julio de 1990 y el 25 de noviembre de 2000 fueron Generales EP en retiro), práctica que ninguno de los gobiernos democráticos siguientes mantuvo.
6. En el caso de Defensa, la preocupación es mayor puesto que el nuevo ministro José Urquizo, según todos los indicios, no tiene el conocimiento y cercanía a los temas específicos del sector; y, además, hasta hace pocos días, aparecía como el principal responsable político de la crisis relacionada a la pesca de merluza, que le costó la vida a dos pescadores.
7. Los ministerios, y de manera especial el de Defensa que se encuentra directamente involucrado a uno de los principales problemas del país como son los remanentes del terrorismo y su vínculo con el narcotráfico en la zona del VRAE, no pueden ser espacios de constantes ensayos y de aprendizaje. En las últimas semanas hemos sido testigos que las erráticas decisiones y las negligencias de este sector le han costado la vida a muchos policías y militares.
8. El perfil del flamante ministro de Defensa da cuenta de inoperancia, escaso conocimiento, nulo peso político. Frente a ello el asesor Adrián Villafuerte podría fortalecerse y constituirse, de facto, en el ministro en la sombra.
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