martes, 19 de febrero de 2013

Padre quiso evitar en HAISAU que se lleven cuerpo de su hijo a la morgue Menor murió envenenado tras fumigar parcela de arroz
 



 
BAGUA GRANDE.- Desgarradoras escenas de dolor se vieron ayer en horas de la tarde en el hospital Santiago Apóstol de esta ciudad, luego que un padre de familia enterado y resignado por la muerte de su menor hijo, se negara en esperar al fiscal de turno para el levantamiento del cadáver del adolescente e intentar llevárselo hacia Naranjitos pese a la recomendación de los efectivos policiales de Cajaruro que se encontraban en esos momentos en el referido nosocomio realizando las diligencias previas para el levantamiento del cadáver. El menor identificado como Paul Villalobos Marin de 15 años de edad llegó al hospital Santiago Apóstol al promediar las 2.10 pm de ayer, pero vanos fueron los intentos por parte del personal médico y asistencial del referido nosocomio, debido que a los pocos 10 minutos dejó de existir ya que el menor había inhalado una gran cantidad de insecticida tras haberse encontrado fumigando varias hectáreas de arroz de una parcela ubicada en Naranjitos. Tras certificarse su fallecimiento el cuerpo del menor fue sacado del área de emergencias en una camilla hacia un costado de la puerta de ingreso del módulo materno infantil, siendo tapado el cadáver con una frazada verde e introducido con una camilla a un ambiente pequeño siendo tapado con un biombo. Conforme pasaban los minutos, uno tras uno de los familiares iban llegando al hospital y romper luego en llanto al enterarse de la desagradable noticia. Fue en esos momentos que llegó el padre del menor y en medio de las lágrimas procedió con apoyo de algunos familiares en sacar la camilla donde estaba el cadáver de su menor hijo hacia la parte posterior del hospital donde lo esperaba una camioneta para trasladarlo hacia Naranjitos, el lugar de donde provino el menor inicialmente con la finalidad de velar su cuerpo y enterrarlo en esa zona. Pero fue la oposición oportuna de los efectivos policiales de la comisaria de Cajaruro, quienes evitaron que el padre se lleve el cadáver de su hijo sin ninguna autorización de la fiscalía de turno recomendándole a que si lo hacia el ministerio público lo iba a denunciar, hecho que luego recapacitó y procedió en ingresar nuevamente el cuerpo de su hijo hacia el nosocomio. Fueron de otro lado, más de dos horas que demoró la llegada a dicho hospital de la fiscalía, lo que originara el malestar de varios de los familiares del menor envenenado, quienes en todo momento tenían el interés de llevárselo hacia Naranjitos. El hecho originó en el lugar la presencia de una gran cantidad de personas curiosas y mototaxistas quienes miraban lo sucedido. (A. PINTADO)

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