domingo, 15 de mayo de 2011

Periodista amazonense descubre belleza de Condorcanqui

Manuel Cabañas López, es un reconocido periodista amazonense, que ha recorrido la provincia de Condorcanqui, y en esta nota nos cuenta y nos muestra la belleza de una de las zonas donde habitan nuestros hermanos nativos, el periodista señala, que viajar por nuestra región, es surcar sus ríos, quemarse la piel por el sol, recibir un baño de lluvia en medio del Marañón, estrechar las manos de los APUS, recibir una sonrisa de cientos de jóvenes huampis o un regalo de los ancianos de las comunidades, es un privilegio de pocos.
“pocos tenemos la oportunidad de viajar al norte de Amazonas donde se ubica la provincia de Condorcanqui y sus tres provincias como Nieva, El Cenepa y Río Santiago. En este último, llegamos para conocer Galilea, Boca Chinganaza y Villa Gonzalo. Es un viaje largo pero marcado por la maravilla de la naturaleza, la libertad y el orgullo de recorrer un lugar bendecido por Dios; pero que falta un poco más que la mano del hombre para convertirlo en una zona de muchas potencialidades turísticas que permitirá cambiar su futuro” señala.
Surcando el Río Santiago; un viaje largo marcado por las emociones
Dependiendo de donde sea la partida, es paso obligado El Milagro, Muyo, Chiriaco, Mesones Muro, Wawico, Puente Nieva, Nuevo Seasme, Juan Velasco y Santa María de Nieva. Nosotros partimos de la capital de Amazonas y arribamos en una primera parada a la capital de Condorcanqui luego de doce horas de viaje por una ruta mezclada entre asfalto hasta Durand y de allí por una carretera que lamentablemente está en malas condiciones.
Un descanso en cualquiera de los hoteles, se toma un deslizador y tres horas más llegamos a Galilea, la capital del distrito de Río Santiago y media hora surcando el río del mismo nombre, cientos de manos que se unen para aplaudir nuestra visita, decenas de rostros emocionados y una centena de jóvenes pintados los rostros con achiote y witu nos reciben para enseñarnos su pueblo.
Ambiente de la dirección del plantel "ARUTAM"
Boca Chinganaza, es una comunidad originaria como todos los que se erigen en la zona, sus viviendas son tradicionales hechas con materiales de la zona: Madera y hojas de palma. El calor es sofocante, no por las puras estamos a menos de 600 metros sobre el nivel del mar.
En esta zona desde hace cinco años viene funcionando la única institución educativa cultural bilingüe “ARUTAM”, construida por los padres de familia de una forma muy singular y la han convertido en un prototipo de la educación en esta parte de la región. En ella se educan 109 jóvenes provenientes de diferentes comunidades nativas y conviven en un internado los varones y las mujeres en casas de familias. Los docentes pese a sus limitaciones para atender los requerimientos de los alumnos son Awajún o huampis y con ello aseguran el fortalecimiento de la identidad local.
Poza donde se crían peces típicos de nuestra Amazonía
Resalta la propuesta educativa “ARUTAM” que además de ser bilingüe tiene incidencia en la parte productiva, ya que los alumnos son empleados en el desarrollo agrícola y piscícola, teniendo en cuenta que entre las cinco hectáreas de propiedad de la institución educativa se cuenta con parcelas de cacao, maíz, yuca, plátano y una poza donde se siembra peces como boquichico, gamitana o Paco, que sirve para el mejoramiento de la nutrición escolar. Esta forma de educación integral y especializada, es un modelo para las instancias gubernamentales que desean superar las debilidades educativas de la región.
En esta zona del Río Santiago, se mantiene mucho las tradiciones de las comunidades nativas, como no sucede en otros lugares de la provincia. Se impulsa la artesanía local, como son unos platos ornamentales, llamados pating o pitinga, hechos en base a greda y quemado con hojas de plátano para que tenga el color negro, las lanzas que son una arma tradicional de la cultura Awajún-huampis, las canastas, las coronas hechos con plumas de aves exóticas, así como la preservación del TOÉ, una mítica planta que es usado para diversas cosas, hasta se dice que podría curar el cáncer.
Esta planta, tiene diversos nombres, se conoce también como dormidera, floripondio o campanilla. Tiene muchos colores y tamaños, cada uno de ellos tienen utilidad curativa. El TOÉ, sirve para mirar el futuro, predecir los sueños y las desgracias de los pueblos.
Planta de TOE
Son muchas las comunidades que existen en el Río Santiago, como Villa Gonzalo, lugar donde peregrinara por muchos años el Padre Manolo, hoy enterrado al interior de la iglesia del lugar y donde el gobierno central ha construido un laboratorio para la crianza de peces amazónicos y que servirá para atender la demanda de once comunidades nativas y con ello mejorar la calidad de vida de la población.
O como San Rafael, donde experiencias como de UNICEF hacen que los partos institucionales se hayan incrementado por contar con casas de espera, o donde los niños y niñas aprenden en su idioma la lectura de textos diseñados en su idioma originario. O tal vez, La Poza anexo de Galilea, donde los mestizos la han convertido en una pujante zona y donde se puede disfrutar de la belleza de los paisajes desde una terraza de un hotel que tiene todas las comodidades y no tiene nada que envidiar las existentes en otras ciudades.
Villa Gonzalo
El río Santiago, es navegable desde su nacimiento en Ecuador hasta su unión con el caudaloso Marañón, frente a Ciro Alegría. Es ancho, transparente y tranquilo; pero extremadamente sucio y tóxico por la contaminación con relaves mineros.
En toda la cuenca existen lavaderos de oro artesanales, cuyos compuestos químicos son arrojados a las aguas. Si no fuera por el aire que resopla y golpea en nuestro cuerpo, el sol furioso de calor quemaría nuestra piel. Viajar en deslizador o en bote o peque-peque, son extremadamente placenteras para el espíritu y la renovación de las emociones.
Cómplice de nuestra soledad, son los vuelos silenciosos de los pájaros, el motor que ruge surcando el rio y cientos de ojos escondidos que nos miran pasar por sus comunidades.
Chupando una caña para la sed y con una delegación de alumnas en Boca Chinganiza
Hoy por la distancia, es poco probable el flujo turístico en la zona; pero es una buena ocasión para planificar su desarrollo a futuro. Un futuro no tan lejano tampoco. Esta zona es un paraíso terrenal, donde la vista no se cansa de admirar la belleza exótica del lugar, pero se siente en el ambiente que falta mucho por hacer. Y hacer implica, darles mayor atención a sus demandas, desarrollar proyectos que mejoren sus condiciones de vida, impulsar proyectos de saneamiento y fortalecimiento de capacidades personales y técnicas para insertarlos con la modernidad.
“Como dije al principio, tengo la suerte de ser un privilegiado por conocer cada vez más la zona de Condorcanqui, la provincia más peruana de los peruanos; y mejor todavía luego de llegar a casa, descansar y escribir para que todos ustedes sepan que en una parte de Amazonas, existe el paraíso y la oportunidad donde todos podemos apoyar para decir orgullosamente que estamos haciendo patria” culmina el periodista.

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